Qué son los universales en la filosofía


En esta lección de unPROFESOR trataremos el tema de los Universales en la filosofía, un concepto ampliamente tratado por la escolástica medieval, junto a los de especie y. Dos corrientes distintas, discutían sobre la existencia de los mismos, los nominalistas, que pensaban que los universales no eran más que los nombres de las cosas, de lo particular, que es lo único que existe y los realistas que defendían la existencia de los universales como realidades extramentales e ideales. Si quieres saber qué son los universales en la filosofía, continua leyendo esta lección.
Los universales en filosofía: nominalismo y realismo
¿Existen los universales como entidades abstractas y anteriores a las cosas?, o bien, ¿son los universales posteriores a las cosas y solo existen en las mismas? O, desde un punto de vista más radical, ¿existen únicamente en nuestra mente como conceptos o nombres de las cosas?
En primer lugar, es necesario definir este término. Pues bien, lo universal es lo opuesto a lo particular, a las cosas concretas, a lo singular. Por lo tanto, el universal se concibe como un ente abstracto, que o bien, existe antes de las cosas o está únicamente en las mismas, como concepto. El universal es entendido como la esencia de las cosas y el debate se centra en sí está fuera o dentro de las mismas.
El universal sería aquello común a todos los individuos de una misma especie. Cuando hablamos de universal, hablamos de algo propio del individuo y sin el cual no sería el mismo. Esto, puede ser expresado en un concepto, que siempre se refiera a una totalidad.
La ontología, una rama de la metafísica que estudia el ser o la realidad, tratará de explicar qué son los universales, si bien es cierto que el debate ha tenido repercusiones lógicas e epistemológicas, como sucedió en la Edad Media.
El nominalismo
Los nominalistas defienden la existencia de los universales como términos o nombres abstractos, pero no como entidades abstractas y separadas de las cosas. Todo lo demás no son más que cosas singulares y concretas. No existen universales, solo predicados generales, que constituyen la esencia, eso común que tienen las cosas. El principal representante del nominalismo es Gillermo de Ockham.
Ockham era un nominalista radical que afirmaba que los universales no eran más que los nombres de las cosas. Solo existe lo singular, lo concreto, lo particular La pluralidad no se debe postular sin necesidad, decía el filósofo.
El nominalismo de ockham, tuvo grandes repercusiones en el ámbito de la biología, la teología, la lingüística, la economía, la estadística, la música, la medicina o la física, gracias a la formulación del principio conocido como la navaja de Ockham, que viene a decir que en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla es casi siempre la correcta. Esto es, no deben multiplicarse las causas sin necesidad, no hay, pues, que multiplicar las entidades. Un principio de gran relevancia para el posterior desarrollo de la ciencia.
El realismo
Esta corriente afirma la existencia de entidades abstractas e independientes de las cosas, llegando a defender, durante la Edad Media, la existencia real de las ideas de Platón.
Dentro de esta corriente, podemos hablar de otras dos posturas bien diferenciadas, que si bien defienden la existencia de universales, no son tan radicales en sus conclusiones:
El realismo moderado de Santo Tomás de Aquino, que afirma que los universales son la esencia de las cosas, pero no separada de ellas, sino como una entidad abstracta, que solo puede llegar a ser conocida por la vía de la razón.
El conceptualismo de Pedro Abelardo, afirma que los universales existen fuera de las cosas, aunque únicamente como idea, como entidad, dentro de la mente.

Los universales en la filosofía. El origen del problema
Los orígenes de este problema hay que buscarlos ya en Platón, en su teoría de las ideas, aunque es en la Edad Media cuando, gracias a Ockham y a su principio de economía o parsimonia, se logra poner fin a este debate ontológico, de repercusiones en todos los campos del saber. De hecho, a partir de ese momento, el rumbo de la ciencia dio un giro radical.
Platón postula la existencia de dos mundos:
- El mundo sensible, el de las cosas particulares, que se conoce por medio de los sentidos.
- El mundo inteligible, el de las ideas, al que se puede acceder a través de la razón.
El mundo inteligible es anterior al de las cosas y es el único verdadero. El mundo sensible no es más que apariencia, una copia imperfecta del mundo real o mundo de las ideas. Platón defiende un mundo en el que las ideas de belleza, de bien, de justicia, de hombre, de animal, etc… tienen una existencia real, y las cosas particulares las imitan. Esta postura se encuentra dentro de una corriente realista exagerada, que afirma la existencia de realidades ideales fuera de las cosas, copias de las mismas.
Aristóteles critica la Teoría de las Ideas de Platón, y frente a su maestro, afirma que el verdadero ser está en las cosas concretas, en lo individual, y no en lo universal. El universal está dentro de los seres, constituyendo su esencia, y puede llegar a conocerse por medio de la razón.
En esta otra lección te hablamos acerca del debate de los universales en la filosofía clásica y medieval.

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Platón. La República, Libro VII. Ed. Gredos