Propiedades del texto - con ejemplos
Un texto es una unidad comunicativa compleja que es emitida por alguien en un contexto concreto y con un propósito concreto. Un texto está compuesto por oraciones y puede ser tanto oral como escrito. Debe tener un significado completo en sí mismo. Si carece de significado completo estaremos hablando de un segmento de texto.
Se forma haciendo una sucesión ordenada de enunciados hasta que estos le confieren a dicho texto un significado pleno para que el lector pueda leer y captar una historia por sí misma. En esta lección de unPROFESOR queremos explicarte las propiedades del texto con ejemplos.
Cuáles son las propiedades del texto
Un texto correctamente escrito no es simplemente una sucesión de palabras, frases y oraciones que concuerdan, sino que tiene unas propiedades muy concretas que debe cumplir para ser llamado como tal. Tanto a la hora de escribir como de hablar un texto, tenemos que tener en cuenta que no puede ser simplemente un mensaje redactado de cualquier manera, sino que tiene que tener un objetivo, una finalidad y una intención concretas.
Además, es muy importante el contexto en el que está escrito y la organización de los elementos, es decir, no es lo mismo escribir un texto didáctico para enseñar a unos alumnos a usar los pronombres que escribir el capítulo de una novela.
La palabra texto encuentra su origen en el latín como textus y significa tejido o entramado. Por lo tanto la palabra en latín nos da muchas pistas del significado correcto de un texto y lo podemos describir como un conjunto de palabras entrelazadas que dan lugar a un único sentido.
Estas son las características principales de un texto:
- Puede ser oral o escrito
- Está formado por la sucesión de enunciados y oraciones
- Puede ser de extensión variable
- Acaba con un punto final
- Tiene una estructura textual definida
A continuación vamos a dejarte un texto corto como ejemplo para que puedas ver este entramado del que te hablamos de una forma práctica:
“Sin duda el momento más vergonzoso de mi vida fue el año pasado. Era un día frío de invierno y yo llevaba medias tupidas. Ese día teníamos entradas para ir al teatro, ahora no recuerdo qué obra íbamos a ver, pero sé que era un estreno. Lo que sí recuerdo perfectamente es lo que sucedió al entrar a la sala. Subíamos por una larga escalera cuando calculé mal mi siguiente paso y me di de bruces contra el suelo. En ese momento las medias se me rompieron por completo y comenzamos a reír con mis amigas. La gente del teatro me miraba extrañada sin hacer el más mínimo movimiento para ayudarme, así que como pude me levanté, sin dejar de reír y por fin me escondí de todas las miradas sentada en mi butaca.”
Las propiedades del texto son aquellas reglas por las que nos regimos para saber si un texto está bien escrito. Estas son la adecuación, la coherencia y la cohesión. A continuación te contamos más sobre ellas.
Primera propiedad del texto: la adecuación
La adecuación del texto es la propiedad por la que sabemos que un texto es adecuado para el lugar y el momento que estamos viviendo. Por ejemplo: sería extraño ponernos a hablar de nuestros planes de futuro a nivel profesional mientras bailamos en una discoteca. Evidentemente sería posible, pero no sería el lugar ni el momento más adecuado para mantener ese tipo de conversación.
Con el texto pasa lo mismo, sería raro leer un texto coloquial en un periódico como por ejemplo: eh mira, si no te enteras de como van las cosas es porque no quieres. Estaría completamente fuera de lugar, por lo tanto podríamos decir que este texto carece de adecuación.
Características de la adecuación textual
Estas son las principales características que tenemos que tener en cuenta para realizar un texto adecuado en cada situación:
- Registro: Se debe elegir si el registro es formal o coloquial. Por ejemplo: No sería adecuado que el rey utilizara un registro coloquial en su discurso.
- Lenguaje: Se debe elegir el idioma correcto. También engloba este punto las variedades dialécticas respecto a la norma estándar.
- Emisor y receptor: Se debe tener en cuenta quién es cada uno y qué relación tienen entre ellos. Por ejemplo: No sería lo mismo contarle la teoría de la relatividad a tu primo de 7 años que a tus alumnos en la universidad.
- Normas culturales: Hay unas normas no escritas que ayudan a la correcta comunicación entre las personas. Por ejemplo: No sería un texto coherente si fuera destinado a mi profesor y en él escribiera palabrotas o no le pidiera las cosas por favor.
- Adaptación: El mensaje se debe adaptar al objetivo que quiero conseguir. Por ejemplo: No hablaré de la misma manera si quiero venderle a alguien una nevera, que si le estoy contando a mi amigo las propiedades de la nevera nueva que me acabo de comprar.
- La presentación: En el caso de ser un texto escrito debe estar presentado de una manera coherente según el contexto. Hablamos de presentación a la tipografía, los márgenes, los subrayados, las negritas, etc.
- El género textual: Debemos adaptarnos al género del texto que estamos escribiendo. Por ejemplo: No es lo mismo escribir un capítulo de una novela que un artículo periodístico en una revista.
- El tema: Parece un punto obvio, pero seguro que te has encontrado alguna vez en una conferencia sobre la educación inclusiva en las escuelas y el ponente ha acabado hablando de que está intentando dejar de fumar. El texto debe seguir la misma temática sin desviarse del objetivo principal.
- El canal: Se debe tener en cuenta el canal en el que se reproducirá un texto. Escribiremos de diferentes maneras según si el texto es para ser leído en silencio, para ser leído delante de un público, para ser estudiado, etc.
Segunda propiedad del texto: La coherencia
La coherencia es otra de las propiedades del texto. Permite que un texto sea presentado de una manera ordenada y siguiendo una temática y un objetivo concretos. Hace que el texto se interprete como una unidad de información en la que todos los elementos están relacionados para conseguir un significado global. La coherencia también determina el orden que debe seguir un texto para que sea fácil de leer por el lector.
Su principal concepto es unificar la temática y mantener un cierto orden. Por ejemplo: No puedo comenzar a explicar el cuento de Hansel y Gretel y acabar explicando los tres cerditos. Además, tampoco puedo comenzar explicando el punto tres, después el uno, después la conclusión y finalmente la introducción.
Características de la coherencia textual
Estas son las principales características que tenemos que tener en cuenta para realizar un texto coherente en cada situación:
- Relación entre los temas: Todas las ideas que surgen en un texto tienen que estar relacionadas entre sí y el receptor debe ser capaz de captar qué relación hay entre ellas. Por ejemplo: Si estoy contando una historia que pasa en una granja y de repente hablo de un SEAT Panda que pasaba por allí, pero no tiene nada que ver con la historia, el lector no podrá relacionar los dos conceptos y se perderá en el discurso.
- Pertinencia: Las ideas no solamente deben estar relacionadas entre sí, sino que además tienen que estar explicadas en el momento adecuado, ni antes ni después, para que el oyente no pierda la estructura.
- Sin contradicciones: El texto no puede tener ideas o situaciones contradictorias porque harán que la historia pierda toda la fuerza. Por ejemplo: si estoy contando una historia que sucedió de noche, a los cinco minutos no puede ser de día.
- Tema base: Hay que saber seleccionar bien el tema principal sobre el que irá el texto y construir a partir de él.
- Temas secundarios: los temas secundarios tienen que estar relacionados con el principal, si no, no nos interesa para la coherencia de un texto.
- Organización: Organiza tu texto en párrafos para mantener una estructura y que no haya desorden. No mezcles ideas: cuando termines con una, te vas a por otra.
- Estructura: Existen dos tipos de estructuras para crear un texto coherente. La primera es la deductiva: la idea principal está escrita al principio y a partir de allí se desarrolla el texto. La segunda estructura es la inductiva: Primero se explica todo el concepto que nos llevará a la idea principal que se encuentra al final del texto.
Un ejemplo claro de un texto sin coherencia sería este:
Las niñas se pusieron muy contentas al encontrar los huevos de Pascua que estaban escondidos por el jardín. Cuando donó el timbre del final de la clase todos gritaron porque estaban deseando que llegaran las vacaciones de Semana Santa.
Tercera propiedad del texto: La cohesión
La cohesión textual es la sensación que tienes al leer un texto de que está bien hilado. Sintácticamente una frase te lleva a la otra, con una puntuación muy bien usada y haciendo que el texto sea fácil de leer. Es la corrección en su construcción gramatical. La cohesión por lo tanto es una propiedad referente a la lingüística.
Para que un texto sea correcto en su cohesión se utilizarán diferentes recursos: los semánticos y los sintácticos.
Recursos semánticos
Los recursos semánticos son referentes al significado de las oraciones y son los siguientes:
- Correferencia: Se usan sinónimos y antónimos evitando la repetición de palabras a lo largo del texto
- Deixis: Es el recurso que se utiliza a la hora de escribir pronombres que se refieren a sujetos citados anteriormente en el texto para evitar la repetición.
- Elipsis: Se omiten palabras que ya han aparecido anteriormente, dando por sentado que el lector es capaz de entenderlo.
- Redes léxicas: Conjunto de vocabulario relacionado con el tema base que debe ir saliendo durante el texto.
Recursos sintácticos
Los recursos sintácticos son referentes únicamente a la correcta formación de las oraciones. Se usan conectores a fin de unir palabras y enunciados entre sí y son los siguientes:
- Conectores de oposición. Por ejemplo: ahora bien
- Conectores de consecuencia. Por ejemplo: en consiguiente
- Conectores de causa. Por ejemplo: porque
- Conectores de enumeración. Por ejemplo: en primer lugar
- Conectores de adición. Por ejemplo: además
- Conectores de ejemplificación. Por ejemplo: como muestra de ello
- Conectores de valoración. Por ejemplo: a mi modo de ver
Este es un ejemplo claro de un texto sin cohesión:
El niño tiró la pelota. El niño fue al mercado. El mercado estaba cerrado. El niño habló con su madre. La madre dijo al niño que no tenía que perder tiempo jugando a la pelota.
Estas son las propiedades del texto con algunos ejemplos. Si estás interesado en seguir aprendiendo sobre este tema u otros relacionados, no dudes en consultar nuestro apartado de Escritura donde podrás encontrar muchas más lecciones como esta.
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- Cuenca, M. J. (2010). Gramática del texto. Gramática del texto, 1-94.
- Osorio, C. E. B. (2010). Prácticas de escritura en postgrado: proceso para la construcción del texto. Acción pedagógica, 19(1), 20-27.