Pintores vanguardistas españoles y sus obras

La vanguardia artística española tuvo a París como inspiración y donde contactar con las nuevas tendencias artísticas. Y si bien artistas de vanguardia como los impresionistas declararon tener como referentes a Velázquez o Goya. Desde 1900 en adelante, y con Picasso como avanzadilla en París, España contribuyó a la vanguardia mundial con nombres como Pablo Gargallo, Juan Gris, Joan Miró, María Blanchard, Julio González o Salvador Dalí, entre otros.

Sin embargo, en la España previa a la Primera Guerra Mundial se optaba por versiones más moderadas de esas tendencias de vanguardia. Los postimpresionistas y simbolistas como Zuloaga, Sorolla o Ruisiñol consiguieron triunfar también en el extranjero, al igual Julio Romero de Torres, Maeztu, Regoyos o Iturrino.

Durante el conflicto llegaron a España algunos artistas de las vanguardias de París introduciendo tendencias de vanguardia como el cubismo, el ultraísmo, constructivismo y el surrealismo, corriente que sirvió de inspiración a la generación del 27.

Fases de las vanguardias españolas en el arte

La periodización de las vanguardias españolas antes de la Guerra civil establece cuatro etapas:

1. De 1908 a 1918, etapa influenciada por las vanguardias parisinas y con movimientos como el creacionismo y el cubismo.
2. De 1918 a 1925 constituye la época de contacto con el surrealismo. En España no surgirá ningún movimiento vanguardista organizado hasta finalizar la primera guerra mundial.
3. De 1925 a 1930
4. De 1930 a 1936, el comienzo de la guerra pondrá punto al desarrollo de las vanguardias, dando paso a la un arte oficial y afín al régimen y artistas en exilio, seguidores de las vanguardias internacionales.

Artista de un talento arrollador, Picasso se convirtió en un referente del arte del siglo XX, siendo el impulsor de algunas de las grandes corrientes de vanguardia como el cubismo, el surrealismo o la abstracción.

Obras

Su obra es ingente, destacándose trabajos como Las señoritas de Avignon (1907), Los tres músicos (1921), Mujer ante el espejo (1932), Guernica (1937) y Mujer sentada con sombrero (1942).

Juan Gris fue otro de los Pintores vanguardistas españoles. Es una las figuras más destacadas del movimiento cubista, destacándose por el uso de la técnica del papier collé o el uso de recortes de cartón y papel pegados al lienzo para crear unas obras personales y un sello de identidad de lo más reconocible. Además, esta técnica está considerada como la principal aportación de Gris al cubismo.

Obras destacadas

Entre sus obras se destacan:

Violín y guitarra (1913), La botella de anís (1914), Las uvas (1916), El violín (1916), Jarra y vaso (1916), El molinillo de café (1920), La ventana abierta (1921), El libro de música (1922), La guitarra ante el mar (1925) y La mesa del músico (1926).

María Blanchard está considerada la gran maestra del cubismo. Una artista que abrazó las vanguardias europeas para crear unas obras cubistas muy personales en las que intentó introducir la dimensión del tiempo. En los años 20 reemplazó el cubismo por un estilo propio en el que abundan las figuras geométricas, las formas angulosas y los colores oscuros. Una artista muy reconocida y valorada

Obras

De su periodo cubista se destacan: Mujer con abanico (1916), Nature morte cubiste (1917), Composición cubista (1918); de su segunda época: La comulgante (1923), Naturaleza muerta (1926) o Comida en familia (1929).

Gran artista de la generación del 27 y espíritu libre, Maruja Mallo fue una de las jóvenes intelectuales del grupo de las “Sinsombrero”. En lo artístico siguió la corriente del surrealismo, pasando de una etapa colorista y optimista en la década del los 20, a una triste y sombría en la de los 30.

Obras

Entre sus obras se destacan: La verbena (1927), ejemplo de pintura colorista, y Antro de fósiles (1930) o Tierra y excrementos (1932), como muestras de su fase más oscura.

La introducción y difusión de las vanguardias artísticas en España no fue labor de una única persona, siendo varias figuras de la intelectualidad del momento las que impulsaron la llegada de estas nuevas corrientes artísticas.

Entre ellas tenemos que destacar especialmente al escritor, periodista y conferenciante madrileño Ramón Gómez de la Serna. El papel de Gómez de la Serna en la divulgación de las vanguardias artísticas y literarias fue crucial. Así, durante las primeras décadas del siglo XX, De la Serna publicó sus Greguerías, la primera colección de ellas en 1917. Las greguerías fueron breves textos humorísticos y poéticos en los que el autor plasmaba su ingenio y creatividad para crear metáforas o imágenes sorprendentes que buscaban impactar al lector.

Gómez de la Serna también fundó la revista “Prometeo” y organizó tertulias, especialmente las de la “Sagrada Cripta del Pombo”. Éste era un café de Madrid en el que se reunían artistas, escritores e intelectuales para discutir y promover las nuevas ideas de las vanguardias europeas. Mediante estas iniciativas, De la Serna consiguió crear un espacio de intercambio y reflexión sobre el panorama cultural de comienzo del siglo XX, contribuyendo significativamente a la difusión de las vanguardias en España.

Junto a Gómez de la Serna también tenemos que destacar a otros escritores y artistas como Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Salvador Dalí, Luis Buñuel, María Zambrano, Concha Méndez, María Blanchard y Maruja Mallo.

Además, las vanguardias también encontraron eco en revistas y publicaciones literarias como “Revista de Occidente” o “La Gaceta Literaria”. Ambas sirvieron como plataforma para la difusión de los movimientos vanguardistas. Estas publicaciones permitieron que los nuevos estilos y conceptos artísticos llegaran a un público más amplio y contribuyeron a la modernización de la cultura española.

Las pinturas de vanguardia engloban una serie de movimientos artísticos que surgieron a finales del siglo XIX y principios del XX. Unos movimientos que tenían en común un desafío a las normas tradicionales del arte y la búsqueda de innovar tanto en la forma como en el contenido. Estas corrientes artísticas reflejan la ruptura con los estilos clásicos y una búsqueda constante de nuevas formas de expresión, influenciadas por los cambios sociales, políticos y tecnológicos de la época.

Entre los movimientos artísticos de vanguardia se destacan los siguientes.

El Impresionismo

Está considerado como el movimiento precursor de las vanguardias al romper con el arte académico, utilizar pinceladas sueltas y colores vibrantes para transmitir impresiones visuales del momento, priorizar la captura de la luz y el movimiento y optar por escenas cotidianas. Entre los artistas más destacados podemos mencionar a Claude Monet o Renoir, dos de las figuras clave.

El Postimpresionismo

Este movimiento fue un paso más allá y rompió con todo lo anterior al plasmar los artistas sus emociones y hacer que el arte fuese mucho más objetivo. Entre los principales artistas se destacan Vincent Van Gogh o Gauguin.

El Cubismo

Fue el movimiento más revolucionario al fragmentar la realidad en formas geométricas y múltiples perspectivas, descomponiendo objetos y figuras para mostrar la realidad desde diferentes ángulos y de manera simultánea. Pablo Picasso, Georges Braque, Juan Gris o María Blanchard constituye sus figuras más destacadas.

El Futurismo

Celebró la velocidad, la tecnología y la modernidad, empleando para ello líneas dinámicas y colores brillantes como forma de representar el movimiento y la energía de la vida contemporánea.

El Dadaísmo

Estuvo liderado por Tristan Tzara y Marcel Duchamp, siendo un movimiento que rechazaba por completo las convenciones artísticas y promoviendo el absurdo y la irreverencia. Para ello recurrieron a formas nuevas de arte como el collage y el fotomontaje.

El Surrealismo

Con figuras como Salvador Dalí y René Magritte, exploró el subconsciente y los sueños, creando imágenes oníricas y fantásticas que desafiaban la lógica y la razón. Para ello recurrieron a técnicas como el automatismo.

El expresionismo

Al igual que el Fauvismo y el postimpresionismo, enfatizó la emoción y la subjetividad, empleando para ello colores intensos y formas distorsionadas para expresar estados de ánimo y experiencias internas.

Son varios los cuadros vanguardistas famosos que están considerados como piezas icónicas y que han dejado una huella indeleble en la historia del arte. Unas obras que reflejan la ruptura con las tradiciones artísticas anteriores, capturando el espíritu de las vanguardias de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

1. Uno de los cuadros más emblemáticos es “Las señoritas de Avignon” (1907) de Pablo Picasso. Esta obra marca el inicio del Cubismo y representa de manera angulosas y múltiples perspectivas a cinco mujeres desnudas. Las figuras se descomponen en planos geométricos, siendo un estilo muy radical y desafiando las convenciones del arte tradicional y abrió nuevas vías de expresión visual.
2. “El grito” (1893) de Edvard Munch es una de las obras más icónicas del Expresionismo. Munch consiguió transmitir una expresión de angustia extrema al mostrarnos una figura con una expresión de miedo intenso en medio de un puente bajo un cielo turbulento. Munch recurrió a colores intensos y líneas onduladas que consiguen transmitir una profunda emoción y ansiedad, capturando el malestar existencial de la época.
3. “Fuente” (1917) de Marcel Duchamp es otra de esas obras sorprendentes de esas vanguardias de comienzos del siglo XX. Y es que “Fuente” es un urinario firmado por Duchamp con el seudónimo “R.Mutt” y que presenta un objeto cotidiano y escatalógico como arte cuestionando las definiciones tradicionales de arte y creatividad, abriendo el camino para movimiento conceptuales posteriores.
4. “Composición VIII” (1923) de Wassily Kandinsky es una obra maestra del arte abstracto. El artista utilizó formas geométricas y colores vivos para crear una composición dinámica que evoca emociones a través de la pura abstracción, sin ninguna referencia a objetos del mundo real.

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